Bloquea siempre la pantalla:
Aunque parezca algo muy sencillo, es algo muy importante porque en caso de perder el celular, sin haber bloqueado la pantalla, cualquier persona puede fácilmente acceder a todos nuestros datos personales.
Instala “Encontrar mi teléfono” y la aplicación “Remota”
Se trata de una de las medidas de seguridad más poderosas que tenemos a mano y que en la mayoría de los celulares es gratuita.
Si perdemos nuestro teléfono, la aplicación de “Encontrar mi teléfono” (Find my phone, en inglés) nos ayudara a localizar la ubicación exacta utilizando el GPS que viene con el mismo. Algunas de ellas incluso permiten que el teléfono “suene” si está cerca.
En caso de no encontrar el smartphone inmediatamente, o si tememos que alguien lo haya robado, también podemos borrar todos los datos privados en forma remota.
Controla los requerimientos de acceso de cada aplicación:
Cuando instalamos una nueva app en nuestro celular, nos solicita confirmación de los requerimientos de acceso a diferentes lugares del mismo (archivos, cámara de fotos, GPS, etc.).
Lo ideal es ser selectivos de acuerdo a lo que realmente necesitamos de la aplicación. Debido a que muchas apps venden la información a los anunciantes, no debe ser una sorpresa que traten de acceder a mayor información personal de la que realmente necesitan.
Instala una App de seguridad:
Si en general, protegemos a nuestra computadora o tableta, y le instalamos un antivirus, ¿porque no deberíamos hacer lo mismo con nuestro teléfono? Al fin y al cabo el celular es una pequeña y potente computadora.
Hay muchas apps de antivirus y anti-software dañino para cada tipo de aparato. Las apps de “cortafuego” (Firewall, en inglés), son muy útiles para asegurar que no se envíen, ni reciba información que desconocemos.